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NUEVA YORK — Los Mets y sus aficionados siempre deseaban que Matt Harvey tuviera el mismo destino de la leyenda del equipo Tom Seaver.

Pues eso sucedió, pero no como la mayoría anticipaba. En lugar de guiar al club como un as a un título de la Serie Mundial como Seaver lo logró en 1969, Harvey en vez fue cambiado el martes a los Rojos como ocurrió con Tom Terrific en 1977.

No cabe duda de que este es el fin de una era en el conjunto de Queens.

Con su llegada al equipo grande a finales del 2012, Harvey no tardó para llenar de entusiasmo y esperanza a la afición neoyorquina que tras varias temporadas decepcionantes veían el inicio de un ascenso que podría terminar la larga sequía sin conquistar un Clásico de Otoño. Esto fue ratificado con la llegada también de los abridores Jacob deGrom, Noah Syndergaard, Zack Wheeler y Seteven Matz para formar un quinteto de ensueño que pudo generar envidia en las Granddes Ligas.

Con una rotación joven y dominante los fanáticos de los Mets soñaban con una posible dinastía en las Grandes Ligas. Sin embargo, todos bajaron de las nubes cuando cayó la gran ola de lesiones, comenzando con el mismo Harvey y su operación Tommy John y luego la cirugía para aliviar el síndrome de abertura torácica.

Tras unos años de interrogantes y altibajos, esa rotación cumplió con sus altas expectativas durante su recorrido en la postemporada del 2015. Harvey puso de su parte con la mejor presentación de su carrera en el Juego 5 de la Serie Mundial. Aunque al final no resultó en un anillo, eso renovó las esperanzas en el conjunto de Queens para los próximos años.

Sin embargo, todo eso otra vez se vino abajo tras las inconsistencias y falta de disciplina de Harvey. Ahora el siguiente paso para los Mets es enfocarse en volver a establecerse como contendientes detrás de su buen grupo de abridores, que aunque otra vez están lidiando con lesiones, todavía tiene un gran potencial.

Muchos seguidores de los Mets esperan que la joven rotación del club no tenga el mismo destino de la Generación K, otro grupo de jóvenes abridores — Jason Isringhausen, Paul Wilson y Bill Pulsipher — que llenó de esperanza al equipo pero no tuvo un gran final.

Pronósticos atrevidos (y otros no tanto) para la temporada del 2018

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NUEVA YORK — Los Entrenamientos de Primavera se fueron volando y algunos de los equipos no ven la hora de estrenar sus nuevas piezas, mientras que otros deberán navegar aguas turbulentas inmediatamente.

No cabe duda de que una de las mayores atracciones esta campaña será Giancarlo Stanton en la misma alineación que los ya crecido Baby Bombers: el dominicano Gary Sánchez y Aaron Judge. También toda la atención estará sobre cómo le ira a Shohei Ohtani como lanzador y bateador.

En el béisbol nada puede darse por seguro, por eso a continuación, daré unos pronósticos atrevidos — aunque otros no tanto — de cara a la temporada regular.

LIGA NACIONAL
Este
La mayoría ya ha señalado a los Nacionales para repetir como campeones en la División Este de la Liga Nacional, y con mucha razón. Sin embargo, creo que los Mets con su rotación completa y que se mantendrá saludable todo el año, le darán una gran pelea a los capitalinos. Esta batalla estará tan reñida que pienso que el banderín se decidirá en un partido 163 con los Mets por fin celebrando un título divisional en el Citi Field.

Central
Detrás de una potente ofensiva todavía bastante joven, creo que los Cachorros se escaparán otra vez con la División Central de la Liga Nacional, aunque los Cerveceros y Cardenales harán las cosas interesantes al comienzo.

Oeste
Aunque los Padres se han reforzado y los D-backs aún cuentan con un sólido roster, los Dodgers — pese a algunas interrogantes en el cuerpo monticular y en el infield — conquistarán la división por sexto año consecutivo.

LIGA AMERICANA
Este
Esta división estará bastante reñida entre los Yankees y Medias Rojas, dos conjuntos que reforzaron muy bien sus ofensivas. Pienso que al final todo dependerá de cuál rotación será la mejor, con la balanza inclinándose a favor de los Patirrojos con David Price recuperando su forma y un dominante Chris Sale.

También creo que los Azulejos cambiarán al antesalista Josh Donaldson en mayo o junio para subir al quisqueyano Vladimir Guerrero Jr. y dar inicio a la era de juventud en Toronto.

Central
Los Indios no tendrán problemas para llevarse el banderín aunque tendrán un anticipo de la batalla que les espera en los próximos años cuando se midan al joven y talentoso club de los White Sox.

Oeste
Los Astros se bajarán de la nube de su primer título de Serie Mundial para volver a marchar a todo motor durante la campaña, aunque los Angelinos los harán sudar a mediados del año, hasta viendo algunos días en la cima de la división. Pero Houston se llevará otra vez el banderín.

Serie de Campeonato de la Liga Nacional: Los Mets se medirán a los Dodgers, con Nueva York superando a Los Angeles en cinco juegos.

Serie de Campeonato de la Liga Americana: Los Astros revalidarán su título del Joven Circuito contra los Medias Rojas en seis partidos.

Serie Mundial: En una revancha de la SCLN de 1986, que contará con una gran exhibición de excelentes rotaciones, los Mets saldrán airosos para por fin romper la sequía 32 años sin ganar una Serie Mundial.

Lo único seguro en una temporada larga es que las lesiones y cómo los equipos lidian con ellas, dictarán el destino hasta del más claro contendiente.

Mercado tortuga que no avanza

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NUEVA YORK — En el tiempo que llevo siguiendo el béisbol — aunque relativamente ha sido poco, más de 20 como espectador y casi 11 como miembro de la prensa — no recuerdo una temporada muerta con tanta lentitud.

Aunque varios ya han firmado, el mercado de agentes libres todavía cuenta con jugadores de renombre y alto nivel. Pero de todas maneras la mayoría de ellos todavía no tienen equipo y parece que tendrán que esperar hasta poco antes de los Entrenamientos de Primavera para conseguir sus jugosos contratos.

Pese a que la “estufa caliente” ni se ha puesto tibia, la actividad del invierno se ha mantenido interesante debido a los cambios de impacto, especialmente el que envió al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional del 2017, Giancarlo Stanton, a los Yankees. También la intriga por la lucha para adquirir los servicios del lanzador y toletero japonés Shohei Ohtani.

Cuando dejamos de analizar cómo harán los Angelinos para darle a Ohtani los turnos al bate cuando no esté en la lomita y el daño que hará una alineación con Stanton y Aaron Judge, bajamos otra vez a la tierra al recordar que varias estrellas aún no han firmado.

En mi opinión son cuatro los posibles motivos por los que los agentes libres de renombre no han encontrado nuevos hogares:

LA RECONSTRUCCIÓN YA NO ES TABÚ
En las Grandes Ligas eran pocos los conjuntos que se atrevían a decir la palabra reconstrucción y para los equipos de mercado grande hasta parecía ser blasfemia sólo insinuar que han comenzado aquella clase de plan.

Pero en los últimos cuatro años ha sido evidente de que si se hacen maniobras astutas y se tiene bastante paciencia para dejar desarrollar el talento joven, un equipo puede ser contendiente cada año y ganar una Serie Mundial.

Los mejores ejemplos son los Reales del 2014 y 2015, además de lo logrado por los Astros hace unos meses.

Kansas City armó un fuerte núcleo discretamente. Aparte de esperar para que Eric Hosmer y Mike Moustakas — dos de sus jóvenes estrellas — avanzaran en Ligas Menores, reforzaron su sistema con cambios para adquirir al infielder venezolano Alcides Escobar y al jardinero Lorenzo Cain. En aquel momento, Escobar todavía no se había establecido en la Gran Carpa, mientras que Cain todavía era un prospecto en ascenso.

En el caso de Houston, todos ya sabían cuál era el plan de Jeff Luhnow cuando tomó las riendas del equipo como gerente general en el 2011. Los Astros demostraron una impresionante paciencia al superar campañas con más de 100 derrotas del 2011 al 2013 para conquistar su primer título el año pasado.

Ahora los equipos de mercado grande como los Yankees y Medias Blancas reconocen que han iniciado este proceso. Y como lo demostró Nueva York detrás de Judge la temporada pasada, es posible que en medio de la reconstrucción encuentren oro y lleguen a la postemporada antes de lo esperado.

CONTROL CONTRACTUAL
Cada año se hace evidente que los equipos siguen valorando más su sistema de liga menor sobre la firma de agentes libres.

En parte se trata de que los cotizados prospectos están llegando al equipo grande con rapidez y causando un impacto inmediato. Al final, los clubes cuentan con excelentes aportes por varios años a un precio relativamente bajo como se ha visto en los Cachorros con Kris Bryant, el venezolano Willson Contreras, el puertorriqueño Javier Báez, Addison Russell y Kyle Schwarber.

Esto también crea un mayor enfoque al mercado de cambios, como se ha visto durante las últimas dos temporadas muertas.

LA PRÓXIMA OLA DE AGENTES LIBRES
Otro de los posibles motivos es que algunos equipos que les falta solamente una pieza para completar su reconstrucción están dispuestos a esperar y navegar con lo que tienen para invertir en uno de los agentes libres del próximo invierno.

En este grupo sobresalen figuras como el antesalista de los Orioles, Manny Machado; el guardabosque de los Nacionales, Bryce Harper; y el as Clayton Kershaw, si decide ejercer su opción para salirse de su contrato con los Dodgers.

¿Veremos los contratos que todos anticipaban para jugadores como J.D. Martínez, Eric Hosmer, Yu Darvish y otros? ¿O entrará la ansiedad y tendrán que conformarse con menos años y menos dinero para resolver su situación lo más pronto posible?

Creo que habrá que esperar todavía varias semanas para tener respuestas.

Se invirtieron los roles en Nueva York

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NUEVA YORK — Una consistente rotación, además de una mezcla casi perfecta de veteranos y jóvenes en la alineación fue la clave para que los neoyorquinos aseguraran un cupo en la postemporada.

Un equipo de Nueva York cumplió con sus expectativas casi al pie de la letra, pero no fue el que muchos esperaban. Aquella fórmula fue la que impulsó a los Yankees — en vez de los Mets — a los playoffs.

Varios señalaron a la novena de Queens como un equipo destinado a jugar en octubre por tercera vez consecutiva. Con el regreso de Zack Wheeler y Matt Harvey a una rotación que ya contaba con estrellas como Noah Syndergaard, Jacob deGrom y Steven Matz,; junto a un lineup con bastante promesa detrás del cubano Yoenis Céspedes, Curtis Granderson, Jay Bruce y otros bates de trueno, los Mets lucían con excelentes posibilidades de recuperar su trono de la División Este de la Liga Nacional en el 2017.

Sin embargo, todo se derrumbó bastante temprano en la campaña. El grupo de abridores vio pasar a la lista de lesionados a todos excepto a deGrom, con el mayor golpe siendo la ausencia de Syndergaard por casi todo el año.

Al final, los Mets fueron unos de los principales vendedores en la fecha límite de cambio y ahora están rumbo a más de 90 derrotas.

Por su parte, los Yankees llegaron a esta temporada con un sólido equipo, pero con un enorme reto en una División Este de la Liga Americana bastante reñida y en la que sobresalían los Medias Rojas como el equipo a vencer.

La rotación de la novena del Bronx tenía varias interrogantes, entre la salud de Masahiro Tanaka y CC Sabathia, hasta lo que podría aportar el dominicano Luis Severino como un brazo clave para completar el cuerpo monticular.

Al final el quisqueyano de 23 años de edad se encargó enfáticamente de borrar aquellas dudas consiguiendo foja de 13-6 con 3.03 de efectividad en 30 presentaciones esta temporada, también ganándose la convocatoria al equipo del Joven Circuito para el Juego de Estrellas en Miami.

Pero el motor de los Bombarderos ha sido la histórica temporada del guardabosque Aaron Judge. El joven cañonero ya se adueñó del récord de jonrones en una campaña por un novato que le pertenecía a Mark McGwire desde 1987.

Este pasó histórico no sólo le ha dado a Judge los titulares en todo el mundo del béisbol, sino que el joven cañonero también ha entrado en el debate por el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

Otras claves para el éxito de los Yankees ese año ha sido la gran influencia de los veteranos Matt Holliday, Brett Gardner, entre otros y los excelentes desempeños — pese a que han estado un poco opacados por lo que ha hecho Judge — de los dominicanos Starlin Castro y Gary Sánchez, junto a Didi Gregorius.

Aunque creo que tendrán un difícil camino en octubre, este año los Yankees alcanzaron una meta que varios sólo veían para los Mets. La temporada del 2017 ha dado enormes sorpresas y para mí una de las mayores es el hecho de que los clubes de Nueva York hayan intercambiado sus roles.

El año de las sorpresas

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NUEVA YORK — Hay pocas cosas más difíciles que pronosticar lo que sucederá en una campaña de Grandes Ligas. Por eso estará mintiendo o tiene una bola de cristal el que diga que sabía que iba suceder todo lo que estamos viendo esta temporada.

Aunque quedan muchos partidos por jugarse y apenas están surgiendo los verdaderos contendientes, también hemos visto varios conjuntos que han sido una grata sorpresa, lo que hace casi seguro que la segunda mitad de temporada sea bastante interesante.

A continuación, lo que para mí ha llamado la atención en la Liga Nacional:

DIVISIÓN ESTE
Pese a los obstáculos que han enfrentado en el bullpen, no cabe duda de que los Nacionales han cumplido con sus expectativas. La ofensiva de los capitalinos ha marchado a todo motor casi desde el arranque, por eso una de las mayorse sorpresas en el Este de la Nacional ha sido la gran producción del inicialista Ryan Zimmerman. El veterano parece ya haber asegurado el premio al Regreso del Año en el Viejo Circuito y su actuación fue premiada con su convocatoria al Juego de Estrellas.

Algo que los pronósticos acertaron fue lo importante que sería la salud en la rotación de los Mets.

El conjunto neoyorquino lleva gran parte de la campaña sin el as Noah Syndergaard y aunque ahora cuentan con Steven Matz y Jacob deGrom parece haber recuperado su gran nivel, no cabe duda de que el destino del conjunto de Queens depende de su grupo de abridores.

Parece que la otra gran sorpresa en esta división puede ser ver a Nueva York como vendedor en la fecha límite de cambios del 31 de julio.

DIVISIÓN CENTRAL
La mayoría anticipaba que los Cachorros fueran otra vez los dueños de la división de principio a fin. Pero los Cerveceros han surgido como los líderes en una lucha que se esperaba que sólo incluyera a Chicago, los Cardenales y para algunos hasta los Piratas.

No cabe duda de que un conjunto de Milwaukee — guiado en gran parte por talento joven como el venezolano Orlando Arcia, junto a los dominicanos Domingo Santana y Jonathan Villar — ha sabido aprovechar la oportunidad durante el mal momento que han visto sus rivales.

• Los Cachorros en lo que va del año no han contado con consistencia y han tenido problemas para mantenerse sobre los .500 en ganados y perdidos.

• Los Cardenales, conocidos por su juego casi impecable en todos los aspectos, también han pasado por altibajos esta campaña.

• Los Piratas iniciaron la temporada con los rumores de cambio del jardinero Andrew McCutchen, algo que no ocurrió y al final resultó como una clase de bendición luego de que el guardabosque quisqueyano Starling Marte fue suspendido 80 partidos por dopaje.

Aunque creo que Milwaukee deberá estar muy activo y reforzarse en el mercado de cambios para llevarse el banderín, me gusta que las cosas podrían ser bastante interesantes hasta la recta final.

DIVISIÓN OESTE
Creo que las mayores sorpresas en las Grandes Ligas — gratas y decepcionantes — están en esta división.

Primero están los Rockies, que bajo su nuevo manager Bud Black, ni surgían entre el debate de equipo en ascenso, pese a contar con varias estrellas. Pero detrás de un joven pitcheo, la única interrogante sería cuáles serán los límites de entradas para aquellos brazos en la recta final.

Por su parte los D-backs, también con un nuevo piloto en Torey Lovullo, han demostrado que lo que les sucedió la temporada pasada fue apenas un tropezón. Una consistente ofensiva en la que aportan todos y un grupo de relevistas que ha sabido navegar los altibajos de su cerrador dominicano Fernando Rodney, han sido las claves.

Sin embargo, los Dodgers, en gran parte detrás del impulso que les ha dado el novato sensación Cody Bellinger y la impresionante actuación de su as Clayton Kershaw claramente han superado las expectativas para llegar a la pausa por el Juego de Estrellas con 60 victorias.

La otra sorpresa por el lado negativo son los Gigantes, que con un reforzado bullpen se perfilaban como potencias en el Oeste de la Liga Nacional, pero ahora se encuentran en el sótano de la división a 27 juegos del líder.

PRONÓSTICO
ESTE: Parece que todo está decidido. Lo único que estaría por verse es si los Nacionales pueden mejorar su bullpen para por fin dar el siguiente paso en la postemporada y llegar más lejos.

CENTRAL: Para mí sería difícil ver a los Cerveceros mantenerse en la cima de la división. Creo que los Cachorros — aunque sudarán bastante — enderezarán su camino lo suficiente para llevarse otra vez la división.

OESTE: Esta sería la división más reñida en el Viejo Circuito. Parece que los dos Comodines del Viejo Circuito saldrán de esta división y la consistencia tanto en la ofensiva como en el pitcheo serán los factores para decidir el campeón del Oeste de la Nacional, algo que inclina la balanza a favor de los Dodgers.

Todo tiene su final

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Es difícil de creer, pero ya han pasado 17 años desde que vimos una dinastía en las Grandes Ligas.

Con su victoria sobre los Mets en la Serie Mundial del 2000, los Yankees sellaron su tercer título consecutivo. Ahora surge la interrogante de si los Bombarderos bajo el mando del piloto Joe Torre a los finales de los años 90 fueron la mejor dinastía en la franquicia del Bronx.

Aquel equipo marcó la última vez que un club tuvo éxito en defender su corona y los Filis del 2009 fueron los últimos en estar cerca de repetir como campeones. Los tiempos han cambiado bastante desde aquel buen paso de los Yankees a finales de la década de los 90 y el mejor ejemplo de cómo operan los equipos de la Gran Carpa son lo que ahora varios denominan como los Baby Bombers del 2016 y 2017.

Ahora son mucho menos los jugosos contratos para los agentes libres de alto perfil — proceso que parecía ser una tradición para los Yankees cada invierno. Ahora la mayoría de los equipos prefieren invertir más en su sistema de Ligas Menores y desarrollar a aquellos prospectos para que brillen en el equipo grande o para que sean fichas de cambio — algo que ayudó a los Cachorros a romper su sequía de 108 años sin ganar un Clásico de Otoño.

Este proceso también impulsó a los Reales al éxito que les dio dos banderines de la Liga Americana y la corona de la Serie Mundial en el 2015. Pero esos mismos Reales también demuestran lo difícil que ahora es establecer una dinastía.

Pese a tener casi el mismo núcleo que los llevó a dos Clásicos de Otoño consecutivos, Kansas City en el 2016 ni logró llegar a la postemporada y terminó la campaña a 13.5 juegos de los Indios, campeones de la División Central y el Joven Circuito. Ahora los Monarcas deberán contemplar si vale la pena deshacerse de dicho grupo de piezas claves para comenzar otra vez una reconstrucción.

Muchos no han dejado de elogiar el proceso de los Cachorros liderado por el presidente de operaciones Theo Epstein, que culminó con un histórico triunfo en la Serie Mundial del 2016.

Aunque los Cachorros son un excelente candidato, pienso que pasará un buen tiempo para que volvamos a ver otro equipo conseguir campeonatos consecutivos.

Lo que hace difícil que Chicago revalide su corona esta campaña es que los demás clubes están practicando la misma astucia que ha estado de moda en los últimos años.

No cabe duda de que la mayoría de los aficionados prefieren ver a su equipo coronarse temporada tras temporada, pero creo que es más divertido ver a diferentes contendientes cada campaña y no sólo a los conjuntos con una enorme chequera.

Hace varios años vimos a los Piratas convertirse de nuevo en contendientes, antes de eso surgieron los Rojos y en recientes temporadas los Orioles y Azulejos se han establecido como potencias en la Liga Americana. Por su historial desde que llegaron a las Grandes Ligas, para mí era difícil imaginarme a los Rockies o los Rays disputar una Serie Mundial.

En las últimas tres temporadas hemos visto el meteórico ascenso de los Astros detrás de sus jóvenes estrellas.

¿Será posible que los Padres, Marlins, Bravos o D-backs tengan un repunte similar? ¿Será que los Marineros por fin podrán dar el siguiente paso?

Como lo demostraron los Cachorros, todo es posible. Así que los seguidores de cada equipo deben mantener el optimismo y para los seguidores del buen béisbol será bastante divertido.

Cambios en las reglas

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NUEVA YORK — Uno de los aspectos del béisbol que me llamó la atención desde el principio fue el enfoque que siempre hay en las tradiciones: Las festividades del Día Inaugural, las de cada fanaticada en sus estadios durante/después de un juego, etc.

Por eso hace varios años algunos estaban opuestos a la implementación de la repetición de video para verificar jugadas dudosas. Al final de cuentas esto ayudó a traer el béisbol al siglo 21 y mejorar la calidad del juego que vemos a diario — aunque siempre habrá controversias tras cualquier decisión de los umpires.

Al incorporar para esta campaña el pasaporte intencional sin tener que realizar ningún lanzamiento, surge otra vez la interrogante de cuáles reglas deben cambiar para “agradar a la afición moderna” y mejorar el ritmo del juego. Para mí esta regla nos niega varios momentos divertidos y curiosos que hemos visto en el pasado durante los cuatro pitcheos para otorgar un boleto intencional, pero en cuanto al ritmo del juego se refiere, no creo que marque una gran diferencia. Sin embargo, muchos se ofrecerían a dar su larga lista de sugerencias para acortar los juegos.

Lo que más me agrada es que los directivos de Major League Baseball no tienen miedo de contemplar hasta las ideas más extremas para modernizar el juego. Pero hay algunas propuestas que me parecen que son exageradas y hasta cierto punto absurdas.

Entre las más absurdas — que surgió en las redes sociales durante el partido de extrainnings entre los Mets y Marlins la semana pasada — es que deben permitirse los empates en los encuentros de temporada regular. A esto le doy un rotundo NO y creo que no necesito dar una explicacion.

Ahora entre las ideas más lógicas (aunque tampoco la respaldo) está comenzar la 11ma entrada y los siguientes episodios de ser necesario con corredores en la primera y segunda base, como lo vimos en el Clásico Mundial de Béisbol.

Aunque esta regla me dejó una espina clavada, pienso que no se debe aplicar porque se pierde un poco el suspenso y la estrategia que me gusta ver en el béisbol. Además, estos corredores en base hasta podrían demorar más el juego con los infinitos virajes que haría un lanzador.

Están en lo cierto en realizar modificaciones para atraer y mantener a los jóvenes aficionados, pero también hay que conservar algo del reglamento tradicional que hace del béisbol un deporte único. ¿En cuál otro deporte reinan las reglas no escritas?

Otro buen aspecto de estas sugerencias es que crea un interesante debate, también una de las maravillosas tradiciones del béisbol.

Rebosando con orgullo

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NUEVA YORK — Siempre surge un momento en el que reflexiono sobre la gran pasión que le tengo al béisbol viniendo de Colombia, un país en el que principalmente se vive el fútbol.

Mi interés por la pelota es una historia que tal vez cuente en otra ocasión, pero apenas comenzó mi gran atracción por este gran deporte, también empecé a soñar con el momento que se hizo realidad el fin de semana en el Clásico Mundial de Béisbol.

Estaba bien contento con sólo observar a mis compatriotas estar sobre el mismo terreno con superestrellas de las Grandes Ligas, pero no puedo describir el orgullo que sentí cuando vi que en cada uno de los tres partidos — aunque dos resultaron en derrotas — los colombianos dieron una gran batalla y hasta hicieron sudar a dos potencias como lo son la República Dominicana (los reinantes campeones) y Estados Unidos.

También obviamente debo destacar las presentaciones los ases José Quintana y Julio Teherán en Miami.

Desde que surgieron en la Gran Carpa he seguido cada una de sus salidas — aunque a veces, en el caso de Teherán, su éxito significaba mala suerte para el equipo que crecí apoyando. Siempre que veía al zurdo y al derecho demostrar su dominante forma, soñaba verlos hacer lo mismo vistiendo el nombre de Colombia en el pecho.

Por ahora siento un poco de tristeza tras ver lo cerca que estuvo esta selección de sorprender al mundo del béisbol. Pero eso no opaca la alegría de saber que cada momento del equipo colombiano en este Clásico Mundial es una muestra de que el béisbol colombiano tienen un gran futuro y tendré la fortuna de ver aún más jugadores de mi patria convertidos en figuras de renombre en las Grandes Ligas.

Debo agradecerle a cada miembro del equipo por dejar el nombre de Colombia bien en alto.

¡Viva Colombia!

 

¡A ponerse las pilas!

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NUEVA YORK — Estamos en la época del año en que hasta cada inning es de gran importancia y a veces recordamos los juegos que se escaparon a comienzos de la temporada.

Este es el caso para los Mets, que han comenzado a entrar en ritmo para aprovechar su favorable calendario en la recta final. Ahora que quedan pocos días en la temporada regular, la lucha por los dos Comodines de la Liga Nacional se ha puesto bien apretada con los Gigantes y Cardenales también buscando un cupo.

Pese a los varios altibajos y los fuertes golpes que ha tenido la rotación, es admirable lo que el conjunto de Queens ha hecho para llegar a estas alturas. Aunque no es ideal tener que sudar — y sufrir en el caso de los aficionados — puede ser que el tener que pelear hasta el último partido favorezca a los Mets.

Casi cada año vemos a un equipo encenderse en las últimas semanas de la campaña para llegar lejos en la postemporada, como ocurrió recientemente con el equipo de San Luis que ganó la Serie Mundial en el 2011 y los Reales que alcanzaron a obligar un Juego 7 en el Clásico de Otoño tras un inolvidable Juego del Comodín en el 2014.

Por eso, aunque todavía lo deben demostrar contra los equipos más “débiles”, pienso que si Nueva York llega a encenderse para el final de la temporada, aquel sería el impulso necesario para dar una gran sorpresa y convertirse en la versión 2016 de los Milagrosos Mets.

Se enfriaron los bates

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NUEVA YORK — Mucho se ha hablado de los problemas de Matt Harvey y tras su última presentación, muchos se preguntan si el estelar abridor de los Mets ya regresó a su alto nivel.

Creo que fui uno de los pocos que no se sintió tan preocupado al ver al derecho enfrentar estos obstáculos porque el resto de la rotación neoyorquina — Noah Syndergaard, Steven Matz, Jacob  deGrom y el dominicano Bartolo Colón — han estado dominando.

Más que los problemas de Harvey, lo que debería preocupar a los Mets y sus aficionados es el hecho de que la ofensiva se ha enfriado. Los mejores ejemplos de la inconsistencia del ataque neoyorquino son sus series contra los Rockies y contra los Padres.

Todos saben que el Coors Field de Colorado puede ser un paraíso para los bateadores pero este no fue el caso para los bates del conjunto de Queens. En una serie de tres compromisos del 13 al 15 de mayo, Nueva York anotó apenas nueve carreras y salieron barridos. En sus siguientes tres partidos en casa, los Rockies concedieron 20 carreras ante los Gigantes (incluyendo una derrota de 10-5) y Rojos (incluyendo una derrota de 11-8).

En su serie de cuatro encuentros contra los Frailes, quienes cuentan con un pitcheo que ha sido castigado por varios durante esta campaña, Nueva York anotó apenas 13 carreras. En su siguiente serie contra los Cachorros, San Diego permitió casi la misma cantidad (12 carreras) en apenas dos partidos.

Uno de los claros obstáculos ahora para los Mets es lo que los ayudó a marchar a todo motor unas semanas atrás, los jonrones. Su ataque dependió mucho de los vuelacercas y ahora que no están llegando, lo que ahora los pone en un bache similar al que vieron de junio y julio del año pasado antes de la llegada del cubano Yoenis Céspedes.

Pero lo más alarmante en estos momentos es su bateo oportuno. La ofensiva neoyorquina, que el 29 de abril armó un ataque de 12 carreras en una entrada contra los Gigantes, ahora ocupa el último puesto en todas las Grandes Ligas en promedio con hombres en base (.220) y son penúltimos en impulsadas (143) con hombres en base.

Vale la pena señalar que la alineación de los Mets ha sido afectada por las lesiones del inicialista Lucas Duda (espalda), el receptor Travis d’Arnaud (hombro derecho) y ahora el capitán David Wright, quién estará fuera por un largo período debido a un disco herniado en el cuello.

Sin embargo, pienso que todavía no es hora para que Nueva York comience a ver las alternativas en el mercado de cambios porque con los jugadores que tienen en su roster — el recién adquirido James Loney, el venezolano Wilmer Flores y hasta Kevin Plawecki si llega a entrar en un buen ritmo y hasta en las Ligas Menores en el infielder colombiano Dilson Herrera –tienen el suficiente talento para contribuir en un posible repunte de una ofensiva que detrás de Céspedes tiene el potencial de ser una de las mejores en la Gran Carpa.